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CHARLOTTE, Carolina del Norte — Normalmente, los vientos del norte son un espectáculo bienvenido en el verano.
Pero cuando incendios sin precedentes están quemando las praderas canadienses, es el presagio de una de las peores calidades de aire del mundo. Las alertas de calidad del aire de código rojo se extienden desde Iowa hasta Washington DC y Nueva York.
Si bien el aire más desagradable se queda en el norte, el humo de Queen City ciertamente no es una broma.
“Mis hijos tienen asma, entonces es un poco preocupante si pueden respirar o no”, nos dijo Selina Aguilar. "Pero han estado corriendo, se han sentido bien, así que a todos les está yendo bastante bien hoy".
Pero no todo el mundo supera la neblina sin presentar síntomas.
“Sentía dolor de cabeza, me bajaba la presión”, se quejó Aly Moreira. "También me estaba mareando un poco".
Tampoco es sólo humo. El ozono, la molécula que normalmente se encuentra en lo alto de la atmósfera terrestre y que nos protege de los rayos ultravioleta y otras radiaciones dañinas, también se puede crear a nivel del suelo, ya que el calor del verano permite que los químicos de los gases de escape de los automóviles y otros contaminantes se combinen con compuestos naturales. Si bien el ozono es bueno en las alturas, no es algo que queramos ver cerca; el gas irrita los senos nasales y los pulmones.
La mejor manera de mantenerse saludable mientras la mala calidad del aire hace estragos en el exterior es limitar la exposición y permanecer en el interior con un filtro de aire como este. Pero, si salir a la calle es inevitable, mantenerse hidratado y usar una mascarilla N-95 certificada puede, literalmente, salvarle la vida.
También puede hacer su parte para ayudar a limitar la mala calidad del aire cortando el césped con menos frecuencia, yendo en bicicleta al trabajo o tomando transporte público y apagando el aire acondicionado mientras está en el trabajo o de vacaciones.